Angie Lorena Hernández Bottia
Laura Lucía González Mancilla
Estudiantes Grado Decimo Escuela Normal Superior "Leonor Álvarez Pinzón" Tunja
E-mail: lauangie123@gmail.com
La tagua es una planta tropical conocida científicamente como Microcarphas Phitelephas y popularmente como marfil vegetal. Posee una longitud de entre 5 y 6 metros. Es orfológicamente similar al coco, por ser una palma y por su fruto que tiene una corteza áspera de color marrón , y en su interior es de color blanco.
Desde el momento en que se realiza la siembra del árbol, deben pasar alrededor de 15 años o mas hasta el momento en que da sus primeros frutos, y a partir de allí, la planta comienza a dar un promedio de tres cosechas anuales.
Esta planta ha sido usada desde la antigüedad para la fabricación de objetos de uso cotidiano que facilitan la vida de las personas; un ejemplo claro, es la época de la colonia, en donde era usada para la elaboración de objetos como botones, bastones, mangos de paraguas, pipas, peines, fichas de ajedrez, teclas para piano, etc. Lastimosamente, con el paso de los siglos, surgió el plástico, el cual reemplazó a la tagua, al igual que se empezó a usar marfil en la fabricación de objetos de calidad.
Hoy en día, se está reconsiderando el valor de este precioso material, por lo cual se fabrican artesanías de ella de gran valor y calidad, que son del agrado de grandes comunidades de personas en el mundo. Aquí en Colombia por ejemplo, es producida en los bosques del Chocó de donde la traen a Boyacá y en los municipios de Chiquinquirá y Ráquira es convertida en bellísimas artesanías.
Pero antes de llegar a manos de los artesanos, la tagua debe ser sometida al siguiente proceso:
1. Las nueces de tagua, son separadas de los grupos y apiladas a la espera de su acabado inicial.
2. Se toman las nueces de nuevo y se les retira la cáscara, quedando al descubierto una semilla blanca similar a un huevo.
3. Estas semillas pueden teñirse o dejarse en crudo para elaborar las artesanías.
En este punto, la tagua pasa a ser trabajada por los artesanos, quienes con herramientas como formones y cinceles le dan forma a lindas figuritas decorativas, a objetos para uso hogareño como masajeadores y ceniceros, o simplemente, lo parten en pequeños trozos y elaboran con ellos accesorios como collares, manillas y aretes que son de gran agrado para las comunidades de nuestro país.
Desde el momento en que se realiza la siembra del árbol, deben pasar alrededor de 15 años o mas hasta el momento en que da sus primeros frutos, y a partir de allí, la planta comienza a dar un promedio de tres cosechas anuales.
Esta planta ha sido usada desde la antigüedad para la fabricación de objetos de uso cotidiano que facilitan la vida de las personas; un ejemplo claro, es la época de la colonia, en donde era usada para la elaboración de objetos como botones, bastones, mangos de paraguas, pipas, peines, fichas de ajedrez, teclas para piano, etc. Lastimosamente, con el paso de los siglos, surgió el plástico, el cual reemplazó a la tagua, al igual que se empezó a usar marfil en la fabricación de objetos de calidad.
Hoy en día, se está reconsiderando el valor de este precioso material, por lo cual se fabrican artesanías de ella de gran valor y calidad, que son del agrado de grandes comunidades de personas en el mundo. Aquí en Colombia por ejemplo, es producida en los bosques del Chocó de donde la traen a Boyacá y en los municipios de Chiquinquirá y Ráquira es convertida en bellísimas artesanías.
Pero antes de llegar a manos de los artesanos, la tagua debe ser sometida al siguiente proceso:
1. Las nueces de tagua, son separadas de los grupos y apiladas a la espera de su acabado inicial.
2. Se toman las nueces de nuevo y se les retira la cáscara, quedando al descubierto una semilla blanca similar a un huevo.
3. Estas semillas pueden teñirse o dejarse en crudo para elaborar las artesanías.
En este punto, la tagua pasa a ser trabajada por los artesanos, quienes con herramientas como formones y cinceles le dan forma a lindas figuritas decorativas, a objetos para uso hogareño como masajeadores y ceniceros, o simplemente, lo parten en pequeños trozos y elaboran con ellos accesorios como collares, manillas y aretes que son de gran agrado para las comunidades de nuestro país.
